Autoevaluación

Las evaluaciones nunca me han gustado. Creo que a cualquier persona que haya crecido bajo el sistema educativo moderno, detesta las evaluaciones. Como una persona que ha asistido a la escuela y ha sido evaluada por dieciséis años, me gustaría decir que he aprendido que las cosas que son realmente importantes nunca se evalúan con un número como en el sistema contemporáneo de educación. Creo firmemente en que a cosas como el arte no se les pone una calificación, y como yo soy una persona ampliamente artística en mis gustos y apreciación de la vida, no considero que debamos ponernos un número a nosotros mismos. Pero como mi tarea ahora es precisamente ponerme un número, me pondré un modesto 8. Visualmente me gusta más que un 9, aunque no es precisamente mejor en este caso. Un nueve está lejos de ser mi número en esta ocasión, puesto que aunque me he esforzado -y yo sé que sí - los resultados tal vez no hayan sido los que se esperaban de mí. Ni los que yo misma esperaba de mí. Me gusta pensar que mi redacción es buena y que mi ortografía es excelente, pero no creo que haya encontrado una voz propia ni un estilo y mucho menos que sea algo agradable para quien lo lee. Supongo que es soportable, pero ¿agradable? no lo creo. Creo que hay valoración y pensamiento en lo que he hecho, sin embargo, mis fuentes de consulta han sido un tanto superficiales ya que no he basado nada de lo escrito en información ni autores concretos, y en cambio todo ha sido consultado en fuentes externas tales como personas a mi alrededor que no garantizan una buena investigación. Considero éste mi peor problema y la principal razón por la que no merezco mas de un ocho. 
Aunque también hay otros problemas. La biblioteca digital podría ser más completa. Mi participación en clase ha sido bastante decente, pero no pienso que haya sido de particular ayuda ni relevancia. 
Y por razones como esta no me gusta ponerme calificaciones, pero si lo voy a hacer siento que debe ser justo. 
Así que un ocho, un ocho está bien.